Recibimos del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (Ceesc) el siguiente comunicado:
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«Posicionamiento del CEESC en referencia a las medidas tomadas por el gobierno central para la atención de los jóvenes migrantes sin referentes familiares y la situación actual en Cataluña.
Las medidas de urgencia para atender a los niños y jóvenes migrantes sin referentes familiares adultos que ha comunicado el Gobierno son insuficientes teniendo en cuenta la magnitud de la situación. Pero aún lo son más si, tal y como explican los medios de comunicación, sólo han tenido en cuenta los registrados oficialmente pero no el número real de jóvenes que se están atendiendo por parte de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA).
Prácticamente, 4 de cada 10 jóvenes atendidos por la DGAIA no están registrados pero sí atendidos. En este sentido, es deber de las administraciones atenderlos a todos y, por tanto, aportar los recursos necesarios para una buena atención que si no es inmediata generará un sector de la población en situación de marginalidad social más difícil de recuperarse . El Estado español debe garantizar una igualdad de oportunidades para todos los jóvenes que llegan de diferentes países y no puede discriminar a razón del contexto geográfico donde terminen viviendo.
Hace tiempo que desde el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña nos ofrecemos a las diferentes administraciones para poder ser todos aquellos espacios que, de manera planificada, respondan a esta emergencia que debería haberse trabajado con más antelación. La respuesta parcial al fenómeno está provocando en la actualidad situaciones de sinhogarismo entre algunos de los jóvenes que cumplen la mayoría de edad. Es por ello que instamos a la Generalitat de Catalunya a hacer una planificación a medio y largo plazo y no limitarse a responder desde la inmediatez.
Como profesionales de la Educación Social no nos parece en ningún caso oportuno que se estén creando dos circuitos paralelos con diferentes inversiones y calidad de atención diferenciando unos niños y jóvenes de otros. Los educadores sociales somos unos de los profesionales clave para el acompañamiento en los procesos personales que pueden llevar a cabo estas personas para poder desarrollarse en igualdad de oportunidades. En este sentido también instamos a las instituciones a garantizar una atención socioeducativa de calidad que responda al nivel profesional que tienen los diferentes recursos dirigidos a infancia y adolescencia en nuestro país.
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