El Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya quiere manifestar su preocupación ante la actual situación que vive el sector de los Servicios Sociales y la población a la que atiende.
El estado del bienestar tiene su base en la existencia de unos servicios públicos de calidad, universales y accesibles que atienden con eficacia las necesidades de la ciudadanía, sobre la base del principio de igualdad. Por este motivo, el gasto social destinado al mantenimiento de los servicios públicos es la mejor inversión que los gobiernos pueden hacer para favorecer la salida de la crisis.
Nuestros servicios públicos constituyen un sector estratégico y de alto valor añadido de nuestra economía, que concentra conocimiento, genera igualdad y cohesiona la sociedad de nuestro país.
El Estado español no sólo no gasta más que otros países de la Unión Europea en mantener el estado del bienestar, sino que tiene un gasto que se sitúa muy por debajo de la media europea. Según datos de EUROSTAT del año 2009, en España, el gasto social en porcentaje del PIB fue del 25%, mientras que en la UE-15 fue del 30,3% y en la UE-27, del 29,5%. Además, la tasa de empleados públicos está por debajo de la media de la Unión Europea; en el caso de Catalunya, esta tasa es de un 3,95% de la población (2009), sensiblemente inferior a la del conjunto de España.
Las decisiones que están adoptando el Gobierno de España, la mayoría de gobiernos autonómicos y algunos gobiernos locales, que consisten en recortar el gasto social reduciendo los presupuestos sociales y las prestaciones, deteriorando las condiciones de trabajo y destruyendo el empleo público mediante ERES o pliegues de condiciones para licitar a empresas que no respetan las ratios profesionales que recomienda la Generalitat de Catalunya, ponen en riesgo el actual estado del bienestar, patrimonio de la ciudadanía.
Ahora más que nunca, los servicios sociales son la única oportunidad para muchas personas que se encuentran excluidas de otros servicios y recursos y que sufren graves situaciones de pobreza y vulnerabilidad. Se trata tanto de niños y niñas, como de adolescentes, de adultos y de personas mayores que encuentran cada vez más dificultades para cubrir sus necesidades básicas y para conseguir un mínimo de bienestar a partir del cual poder desarrollarse como personas.
Ante la situación económica actual, los Servicios Sociales han hecho un esfuerzo para reinventar su intervención, buscando en la propia persona y/o en el colectivo el recurso generador del proceso de mejora, utilizando el ingenio y la creatividad que caracteriza a la profesión.
Por todo esto, desde el CEESC manifestamos nuestro rechazo a los recortes en Servicios Sociales Básicos y hacemos una defensa de los empleados públicos como principal garantía de calidad en la prestación de estos servicios.
Así mismo, queremos poner de manifiesto la importancia de mantener el reconocimiento institucional de nuestra profesión, tan necesaria para el bienestar de las personas que integran nuestra sociedad, a la vez que garantiza más justicia social e igualdad de oportunidades.
Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya
Junio 2013
