El Colegio de Educadoras y Educadores del País Vasco GHEE-CEESPV y la Universidad de Deusto – Grado de Educación Social valoran muy positivamente el trabajo desarrollado en la Jornada de “Educación Social y la Ciudadanía, ¿una práctica cotidiana?” del pasado 13 de mayo organizada por ambas entidades.
Al auditorio acudieron estudiantes, profesorado, educadoras y educadores sociales y otros perfiles profesionales, todas coincidían en la ilusión, en el sueño de imaginar la sociedad de una manera más sensibilizada, más fusionada.
En el evento se pusieron de relieve pilares que se consideran esenciales para trabajar en sintonía toda la ciudadanía. Las tres personas que daban la inicio a las jornadas – Natxo Martínez, coordinador del Grado de Educación Social UD, Josu Solabarrieta, decano de la facultad de Psicología y Educación UD y Roberto Vidal, presidente del Colegio de Educación Social del País Vasco, – reclamaban trabajar por una comunidad de unidad, sin que exista segregación alguna; de esta manera, acoger a aquellas personas que se mantienen en la sombra, sin voz, por las que hay que luchar, apostar, mirar por estas personas que merecen su dignidad, su lugar en la sociedad, como sujetos llenos de derecho.
De la misma manera, también se dejó clara la importancia de la colaboración entre unas personas y otras para extender redes de colaboración que sirvan así como palanca de impulso con la que poder trabajar más en concordancia y con visión de una gran familia que forma la ciudadanía. Tales son las propuestas por las que debemos encaminarnos para traer frutos, que resulta necesario tomar conciencia y estar comprometid@ de la situación del medio social y de las posibilidades, ser coherente con los principios que planteamos y ser consecuente con el modo de trabajar en ello posicionándonos en de acuerdo a criterios. Además, es óptimo que el/la educador/a social se perfile buscando su sitio en el que cree que debe y desea aportar como es el caso de la temática de las jornadas, construyendo ciudadanía, ofreciendo y viviendo cuantas más personas en la misma rueda, participando en espacios comunes.
Por parte del gran experimentado en materia Toni Puig, se recogió la puesta en valor del papel del educador social como figura de creación y movilización de civismo en la sociedad (pilar básico para impulsar ciudadanía), llave para la apertura de espacios comunes saludables, creativos y cívicos, facilitador de creación movimientos sociales participativos tanto integradores como de reivindicación en el medio social y promotor de valores (puesto que subraya que los movimientos sociales están cargados de valores).
A lo largo de las jornadas, entidades sociales ofrecieron su perspectiva práctica las entidades sociales CEAR, Giltzarri y Zubietxe, de las que nos pudimos nutrir en la materia.
Por último destacar la labor que también tuvieron no sólo el profesorado sino también a los que animaron: el alumnado del Grado de Educación Social, ya que en esta ocasión fueron partícipes de las jornadas, trayendo no sólo en la gestión la acogida a los asistentes y sus registros, sino también en haber querido mostrar su significado de participación en la ciudadanía por medio de palabras y objetos.
Todo ello muestra que la ciudadanía a otros niveles reducidos, se logra colaborando activamente todas las personas en sus acciones que tiene por ofrecer.
El análisis del modo de alzar ciudadanía no termina con estas jornadas, puesto que recordemos que el VII Congreso de Educación Social de abril de 2016 (en Sevilla) se basará en esta brillante temática, en la relevancia de la profesión como transformadora social.
